miércoles, 6 de junio de 2012

FRIGOLIDADES

I

     Si es verdad que, como dicen, la veteranía es un grado entonces, lógicamente, cuando uno es inexperto el agua se congela.

II

Ese gélido abrazo, ese nevero
que oculta un corazón que no palpita
más que cuando lo dicta esa maldita
costumbre de quererme sin te quieros,

ese miedo a entregarte por entero
que, automáticamente, en cada cita,
activa el termostato y te limita
a amarme a un par de grados sobre cero,

todo eso que hace, al fin, cubrir de nieve
cualquier camino abierto a la frontera
de ser más tuya cuanto menos mía,

o irradias el calor que se lo lleve
o me busco otra patria antes que muera
de esta desencantada pulmonía.

III

     Físicamente, cuando se pasa del estado líquido al sólido, sin excepción, el agua se congela.
   Económicamente, en el momento que se pasa de un  Estado sólido al de excepción, sin liquidez, se congelan los salarios y los derechos sociales