viernes, 13 de abril de 2012

MI PRIMERA VEZ (versión femenina)

     Si digo que fue de cine, seguramente nadie me creerá. Y más si añado que después de esta vez, nunca más he repetido. Pero es que la primera vez que tome la comunión fue efectivamente de cine. Los pájaros no cantaban y las nubes estaban bien bajitas, por eso de joderme el peinado y por torcer aún más las cosas. Y lejos de celebrarlo en la iglesia del barrio como dios manda, esta vez dios me mando al cine. ¿Por qué? Aquí barajo varias posibilidades:

- Dios es muy listo y ya sabía que una iba para hereje así que prefirió alejarme de la iglesia,
- Dios me estaba mandando un mensaje original: “nena, que sé lo tuyo, no te marques este papelón” (porque dios es así, un cachondo)
- O simplemente dios quiso evitar que los techos de la iglesia me cayeran en toda la frente y por eso cerró por reforma.

      Pues eso, señores, que yo hice mi primera comunión en el cine porque la iglesia estaba en obras. Con estos antecedentes, era de esperar que me montase una tremenda película . Por supuesto el modelito para el estreno de mi peliculón debía ser acorde con la alfombra roja que separaba las dos hileras de butacas. Mi madre estaba obsesionada con que el vestido fuese pomposo y elegante. Y es que mi pobre madre aún tenía presente el trauma de su vestido de comunión. Ella tuvo que hacerla vestida de monja y se paso mis primeros siete años contándome la humillante anécdota. De modo que, cuando me toco decidir si hacía o no la comunión, llevaba escrito a fuego en mi cabeza un sí enorme y blanco, con volantes y tul. Si, es verdad, yo elegí hacer la comunión porque en mis tiempos esas cosas si se elegían, aunque mi abuela tenía una hucha abierta desde que nací para comprarme el dichoso traje, nadie influyó en mi decisión. 

     Como si de una ceremonia de los Oscar se tratara, vestida de gala para la ocasión, un fotógrafo me recibió en el improvisado photocall que se montó en el cine, con columna de mármol, fondo rosado y joyas prestadas para ponerme en la foto (si, un rosario). Después mi manager catequista nos calmo para que (como en los Oscar) saliéramos a escena sin nervios, nos recomendó no mirar al público y ser respetuoso con los gestos: “Por favor chicos, es muy importante que estéis concentrados en la liturgia y escuchéis a Pablo, el cura, no saludéis a los papas que ya tendréis tiempo después”.  Igualito que en los Oscar, atravesamos la alfombra roja sin tropiezos y con muchos nervios, subimos al escenario y nos colocamos de la forma más natural posible. Y… naturalmente en cuanto encontré mi sitio, localicé a mi madre y la salude una vez, y otra, y otra más y otra, como los premiados de los Oscar, hasta que mi madre roja de vergüenza me echo una mirada fulminadora y, dibujando en el aire un movimiento de cabeza y mano a la vez, me indicó que volviera a sentarme correctamente. 

     Terminado el acto los amigos y familiares esperaban para felicitarme por mi estreno. A partir de ese día podría tomar la comunión siempre que quisiera. Parecía un paso importante en mi vida pero lo cierto es que no he vuelto a comulgar. Quizá mi actuación de aquel año estuvo sobrevalorada y yo no había merecido acudir a la gala. En todo caso mi primera vez y también única fue de cine y siempre la recordaré. 

     Ahora bien, si tu hijo/a también se va a estrenar en esto de la comunión y quieres que sea un día especial, original y que transmita a tu vástago un mensaje mucho más positivo nosotros te podemos ayudar. Te escribimos un mensaje emotivo para que siempre lo recuerde, te hacemos las invitaciones handmade y personalizadas y todo el diseño gráfico que puedas necesitar. Consúltanos y haz que tu niño/a tenga una primera vez especial y que vuelva a repetir, si quiere, claro.

     Aquí os dejamos unas invitaciones, recordatorio, regalito para las comuniones. Si os gustan y queréis que os personalicemos un mensaje para incluir en estas invitaciones y también que personalicemos vuestro títere de dedo, podéis poneros en contacto con nosotros en el mail: regalanteria@gmail.com.

Invitación recordatorio o detallito con títere de dedo personalizado. Podemos incluir un bocadillo en el títere con un
mensaje personalizado para la ocasión o con un verso.

Detalle del títere de dedo totalmente artesanal.

Detalle del empaquetado. En la parte superior se pueden incluir todos los datos del evento.

Ejemplo de un texto de invitación.

En el reverso de la invitación también se puede personalizar todo cuanto quieras.
Nos leemos, amigos.

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